lunes, 22 de febrero de 2010

AREQUIPA-CHIVAY-VALLE DEL COLCA - Parte III

Miércoles, 19/08/2009
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Ahora toca descender hasta Chivay (3.630 metros). Aprovechamos y tomamos en el bus unos bocadillos con el remanente de víveres de días anteriores que aún nos queda en las mochilas. El descenso va a desembocar en el valle del Colca, que es donde se encuentra la localidad de Chivay, capital de la provincia de Caylloma y que cuenta con unos 5.000 habitantes. Nos detenemos en un mirador para observar la panorámica del pueblo y del valle. Vendedores ambulantes nos ofrecen sus artículos.
Este valle fue colonizado por descendientes del Imperio Wari, y derivaron en dos grupos diferenciados; los Collaguas (Collas) y los Cabanas. Coronando las vistas apreciables desde el mirador, emerge una montaña con forma de cráneo alargado, que era venerada por la etnia Collagua. A los recién nacidos se les aplicaban vendajes compresivos en sus cabezas para que tomaran la forma de esta montaña, como seña de identidad de esta sociedad. A modo de diferenciación étnica los grupos Collas lo hacían en punta; mientras que los Cabanas, en forma ancha y chata. Estas prácticas fueron prohibidas por orden del virrey Francisco de Toledo, desde entonces, la diferenciación se haría a través de los sombreros.
Antes de entrar en el pueblo pasamos por el acceso controlado al cañon del Colca, y que supone un nuevo desembolso en concepto de tasa de entrada al lugar natural y que nos permitirá al día siguiente visitar el mirador de la Cruz del Cóndor. El precio, 35 S/. por cabeza (8,35 €). Eso sí, nos dan un bonito diploma como recuerdo de nuestro paso.
Nos llevan a comer a un sitio que tiene concertada la agencia de viajes. No es obligatorio quedarse allí, pero si quieres buscar otra alternativa hay que andar 10-15 minutos hasta llegar al centro de la localidad. Como no hay mucho tiempo para la comida y tenemos hambre nos quedamos con la propuesta inicial. El restaurante se llama “El Mirador del Colca”. Ofrecen buffet libre. El precio es de 20 S/. por persona (4,75 €), la bebida se paga aparte; 6 S/. por cada botella de refresco (1,45 €). Aquí tenemos la oportunidad de probar la carne de alpaca (filetes a la plancha). Es una carne suave, parecida a la ternera y muy tierna. También tomamos, entre otras cosas, sopa de quinoa, ají de habas, lomo saltado de alpaca. Después de los postres, otro mate de coca para seguir con nuestra aclimatación.
Acabada la comida, el microbús reparte a los turistas según los hoteles seleccionados. El nuestro se llama “Cabañas Kolping”, en las afueras del pueblo, como su nombre indica son una especie de bungalós (con dos plazas cada uno) dotados de baño propio. Como en Chivay las noches son muy frías, contratamos calefacción para todas las habitaciones. Esta “calefacción” consiste en un radiador eléctrico que el encargado de las instalaciones coloca en tu habitación y por el que se pagan 10 S/. (2,40 €) por bungaló y noche.
Apenas tres cuartos de hora después de haber llegado a las cabañas, el autobús pasa a recogernos de nuevo. Son las 15.00 y la actividad programada para la tarde es un paseo muy ligero por caminos rurales próximos, que nos permitirá observar con detenimiento los paisajes de la zona. Después de recorrer con el bus un pequeño tramo de caminos de tierra, éste nos deja en una vereda sin asfaltar donde iniciamos la caminata. El paseo nos brinda la oportunidad de ver la vida habitual de la gente del campo, bien conduciendo sus cabezas de ganado, bien ocupados en la labranza de las tierras.
El principal atractivo del valle del Colca son sus terrazas o andenes de cultivo, con orígenes incas, que permiten aprovechar al máximo el terreno y dotarlo de horizontalidad lo que facilita su riego, mantenimiento de la humedad y explotación agrícola. En el fondo del valle el río que da nombre al valle discurre apacible, sin un gran caudal ya que agosto es época de “secas” (estío). Podemos apreciar de cerca el sancayo (cactus con flor) y algunas especies animales de la zona; perdices, colibríes (llamados “picaflor” en Perú).
Nuestro guía, Juan Pablo, nos muestra una especie de orificios o cavidades de origen humano, visibles en las paredes verticales del cauce del río y en sus proximidades. Eran empleados por las antiguas sociedades pobladoras del entorno para preservar el grano de las cosechas y la comida, recibían el nombre de “colgas”, de dónde deriva el nombre del valle del Colca. Atravesamos un puente metálico que ofrece unas vistas espectaculares del río encajonado entre paredones escarpados.

La caminata concluye en la población de Yanque, a 10 Km. de Chivay. Después de atravesar sus escasas calles pobladas por lugareños y ganado con el que continuamente nos cruzamos, llegamos a la plaza central de la población donde destaca la fachada de sillar blanco de la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Yanque, bella muestra del barroco mestizo. Aurelio, nos espera con el bus. La noche está cayendo, comienza a hacer frío. Esperamos ponerle remedio en breve, nos dirigimos a las termas.
Las termas “La Calera” se hallan ubicadas a poca distancia de Chivay, en sus afueras, y están administradas por esta “municipalidad” (ayuntamiento). Al llegar pagamos la entrada, 10 S/. por persona (2,40 €). El agua de las termas proviene de manantiales subterráneos y posee gran cantidad de minerales en su composición (azufre y hierro) lo que las convierte en muy saludables y beneficiosas en tratamientos contra el reumatismo y la artritis. La temperatura de las aguas, para los bañistas, es de 38 ºC. La instalación dispone de dos piscinas, una cubierta y otra al aire libre de mayor tamaño. El pago de la entrada da derecho a que te entreguen la llave de una taquilla donde guardar los efectos personales. Tanto las taquillas como los vestuarios rodean la piscina exterior y se encuentran al aire libre, lo que hace que nos apresuremos a cambiarnos de ropa porque el frío ambiente se hace notar.
Sumergirse en la aguas de las termas produce en nosotros un efecto relajante y analgésico. Y además hay un bar en la piscina; le pido a la señora encargada que nos acerque 6 Cusqueñas de tercio de litro bien heladas. No se puede pedir más; tomarse una cerveza fresquita, sumergido en agua a 38 ºC, con el estrellado cielo andino sobre nuestras cabezas. Después de hora y media en remojo, toca lo peor. Salir al gélido exterior, coger las cosas de las taquillas y vestirse. Lo hacemos de manera fulgurante. Pago las Cusqueñas en el bar a 6 S/. cada una (1,45 €).

2 comentarios:

  1. Miguel,
    Por casualidad te acuerdas del nombre de la agencia que contrataron? el guía.
    Interesantes relatos , los estoy leyendo todos por que estaré por allá en unos días...:)
    Ani

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    Respuestas
    1. El nombre de la agencia y dónde se ubica lo puedes ver en una entrada del día anterior, en concreto en la de Nazca-Arequipa Parte II. La web de la agencia se indica en ella, y es ésta http://www.acuariustravel.com/

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