lunes, 22 de febrero de 2010

LIMA - Parte III

Sábado, 15/08/2009

La plaza de Armas (también llamada plaza Mayor) es gigantesca en cuanto a dimensiones. En uno de sus laterales la catedral (reconstruida tras el terremoto de 1746 y que alberga los restos de Francisco Pizarro) y el palacio arzobispal (relativamente moderno, del siglo pasado) con sus balconadas de madera, al lado contrario el ayuntamiento y en otro costado el Palacio de Gobierno, residencia del presidente de Perú, con un enorme patio enrejado. Ya no queda ninguno de sus edificios originales; lo más antiguo que se conserva es la impresionante fuente de bronce del centro. Batallones de policía y militares con escudos antidisturbios ubicados en cada esquina de la plaza tratan de imponer respeto y mantener el orden en la zona. Nos sacamos una foto junto a ellos. Nos dirigimos hacia la zona de la estación y el monasterio de San Francisco, famosos por sus catacumbas y su admirable biblioteca. Preguntamos por las visitas guiadas a las catacumbas. En 10 minutos sale la próxima, compramos los tickets, 5 S/. (1,20 €) por persona. Aprovechamos y entramos a curiosear en la iglesia, tiene un estilo barroco con influencias moriscas. Volvemos al monasterio y se inicia el tour. El recorrido nos lleva por el coro, la biblioteca (impresionante, con miles de textos antiguos), el claustro y finalmente se baja a las catacumbas. El lugar, para quien padece de claustrofobia, puede ser insufrible. Galerías estrechas de techos bajos y con gran humedad, donde enormes criptas son rellenadas por montículos de huesos (se calcula que en las catacumbas descansan 70.000 cadáveres), todos ellos perfectamente apilados y ordenados. Después de un recorrido de unos 20 minutos volvemos a la superficie y se agradece ver de nuevo la luz del día, aunque sea esa luz mortecina y nebulosa que envuelve Lima.


Volvemos paseando hacia la plaza de Armas y cuando llegamos ya ha comenzado el cambio de guardia en el patio del Palacio de Gobierno. Se hace cada día a las 12.00 pm, y consiste en el relevo de los militares que custodian la entrada al edificio. Se acompaña de música y es una maniobra marcial y acompasada que agolpa a gran cantidad de curiosos en la zona. Paseamos por la zona central de la plaza de Armas observando la fuente de bronce que preside el centro de la misma y decidimos entrar en una agencia de viajes próxima para obtener información de buses hacia Ica. Tanteamos la posibilidad de alquilar una "van" privada pero resulta muy caro así que tomamos direcciones y números de teléfono de dos compañía de buses.

 



Salimos a la calle y paramos un taxi. Pedimos que nos lleve a la terminal de Soyuz. Después de regatear dice que nos cobra 10 S/. (unos 2,40 €) por el trayecto. El taxista se llama Roberto y pronto nos damos cuenta de que es un tipo peculiar. Con sentido del humor nos va contando algunos pormenores de la vida diaria limeña, ya que en el trayecto hemos de atravesar barrios populosos como La Victoria y Jesús María. Aquí es donde apreciamos de manera cercana el día a día de la gente de Lima. Las calles se abarrotan de gente, puestos callejeros, actividad incipiente y un tremendo colorido lo inunda todo. Roberto también nos muestra que en Lima si quieres girar a la izquierda en un cruce has de tener arrojo y valentía y lanzarte hacia la marea de coches que vienen en sentido contrario, sacar la mano por la ventanilla y pedir paz y paso a los pacientes conductores, que acostumbrados al maremágnum diario acaban por ceder. ¿Acaso les queda otra opción?.

Llegamos a Soyuz. Preguntamos los precios de los billetes a Ica, 22 S/. (unos 5,25 € por un trayecto de 300 Km.). Nacho conversa con los agentes de seguridad que hay en el acceso al patio donde aparcan los buses. Durante la semana ha habido problemas por piquetes en la zona de Ica; gente que protestaba por la falta de cobro en los subsidios que el gobierno peruano había prometido a raíz del terremoto de hace un par de años en la zona. Quiere comprobar de primera mano la calidad de los buses, así que le dejan acceder. Los autobuses eran más o menos de la época en la que él iba al colegio; principios de los 70. Decidimos mirar más opciones. Guardamos Soyuz (http://www.soyuz.com.pe/) en la recámara; un punto a su favor es que los buses tienen una frecuencia de salida de 15 minutos.

Roberto nos espera en la puerta con el taxi, como nos ha caído simpático le decimos que nos muestre más cosas de la vida popular de Lima y alquilamos sus servicios por un rato más. Nos muestra edificios, iglesias, restaurantes, ubicación del puesto callejero de anticuchos más famoso de Lima (la señora Doña Julia), puestos de venta de dulces y nos señala socarronamente hasta una comitiva de personas de color trajeadas (llamados zambos en Perú) que trabajan como enterradores y van en busca del “cliente”.



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