lunes, 22 de febrero de 2010

CUZCO-LIMA-IQUITOS - Parte II

Lunes, 31/08/2009
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Desde el parque se observa la ladera del cerro de San Cristóbal, donde las casas que se esparcen por sus costados están pintadas de vivos y llamativos colores que dan lugar a una bonita estampa. Paseamos por la Avenida Abancay y por teléfono desde un locutorio reservo habitación en el “Hotel Colibrí” en Iquitos. Me confirman que tienen dos habitaciones disponibles y que las reservan a mi nombre, les comentó que llegaremos sobre las 22.00, “sin problema” me responden.
De nuevo encaminamos nuestro avance hacia la plaza de Armas, dejando atrás las fachadas de algunas casas coloniales antiguas. Sacamos dinero en efectivo dentro de una oficina de BCP; increíble ver el lujoso interior del banco, con techos abovedados, como si fuese un escenario donde los mafiosos cometían sus atracos en la ciudad de Chicago de los años 20. En este punto nos despedimos de Nacho, al día siguiente vuela a España, para él aquí acaba su andanza por tierras peruanas. A nosotros todavía nos queda una aventura más que correr. Nos vamos al Amazonas, nos vamos a la selva.
Tomamos un taxi y después de negociar, nos llevará a los cinco al aeropuerto por un coste de 20 S/. (4,75 €). Salimos del centro por el parque de la Muralla, dejando a nuestro lado el río Rímac. Pregunto al taxista por el vistoso colorido de las casas del cerro de San Cristóbal; la “municipalidad” de Lima paga a sus habitantes para que las pinten de esos colores y así sean llamativas y den un toque de originalidad a las vistas del cerro desde el centro de la ciudad. Desde luego que lo consiguen.


Comprobamos lo pesado y denso que puede ser el tráfico en Lima, y la forma temeraria de conducir por la autovía, adelantando por el arcén de la derecha. Entablamos conversación con el taxista. Cuando le contamos que vamos a Iquitos nos explica que allí a las mujeres se les denomina “charapas”, y que destacan por su fogosidad. Habrá que andarse con cuidado.
Al llegar al aeropuerto, el taxi no entra dentro del parking de la terminal. Lleva 5 pasajeros, lo que está penado con sanción económica, así que nos bajamos y accedemos por la entrada de peatones. Pasado el arco de seguridad entramos en la zona de embarque, donde aprovechamos para comprar algún piscolabis mientras esperamos el despegue.
Desde España también adquirimos los pasajes de ida y vuelta de Lima a Iquitos. Los pudimos pagar con tarjeta por internet, dentro de la versión peruana de la página web de la compañía aérea, y por lo tanto a precios peruanos y no españoles (3 veces más caros). El precio que pagamos por el billete de ida y vuelta fue de 107 €. El vuelo parte puntual. Nos sirven un tentempié en el avión consistente en saladitos, refresco y una porción de bizcocho dulce. Después de una hora y cuarenta y cinco minutos de vuelo aterrizamos en el aeropuerto de Iquitos, en el Departamento de Loreto.

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