lunes, 22 de febrero de 2010

MUYUNA AMAZON LODGE (Día 4)-IQUITOS-LIMA - Parte II

Viernes, 04/09/2009
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A las 13.45 partimos de vuelta hacia Iquitos. Lo hacemos en dos aerodeslizadores. Nos separamos; las chicas por un lado y nosotros por otro. El piloto de nuestra aeronave parece no tener mucha prisa. Hace varias paradas a lo largo del camino. Primero para comprar pescado a un anciano que viaja en una pequeña canoa; realizan el intercambio sin bajarse de las embarcaciones. Después para a repostar en el mismo muelle en el que nos detuvimos el primer día. Nos dice que bajemos de la lancha, que no es seguro repostar con la gente montada. Unos ingleses que nos acompañan en la aeronave empiezan a meter prisa al hombre; disponen de poco tiempo para tomar el avión a Lima.
El piloto, tranquilo, se toma una Incakola mientras repostamos y luego proseguimos marcha. Cada vez que arranca el barco eleva su morro de manera exagerada, como si fuera a volcar. Se entretiene navegando en paralelo con otras embarcaciones y trata de evitar las estelas que dejan. Cuando coge alguna botamos apreciablemente en los asientos, como si el aparato se fuera a partir en dos. Hace una parada más, en esta ocasión para hacer algún recado en una zona de casas próxima al río.

Por fin llegamos a Iquitos a las 16.30. En el puerto nos espera la furgoneta que nos devuelve a las oficinas de la agencia. Allí nos encontramos con Cristina e Isabel. Mario nos dice que hasta las 18.00 tenemos tiempo libre, entonces nos trasladarán al aeropuerto. Devolvemos las “botas de jebe” y recuperamos la mitad del desembolso que hicimos. Mientras Isabel y Cristina se van a hacer algunas compras en el próximo mercadillo de artesanía, el resto nos dirigimos a un cyber de la plaza de armas para hacer el checking online de nuestro vuelo Iquitos-Lima. Imprimimos las tarjetas de embarque a razón de 1 S/. (0,25 €) por cada hoja. Tenemos nuestros asientos reservados pero viajaremos repartidos por todo el avión.
Alberto se queda en el cyber, mientras Óscar y yo nos reunimos con las chicas en el “Aris Burguer” (Jr. Próspero 127). Se trata de una pastelería situada en una esquina de la plaza de armas. El local, abierto a la calle, permite contemplar la agitada vida iquiteña del exterior mientras se degustan ricas tartas y dulces. Por cada porción de tarta nos cobran 4 S/. (0,95 €). Están riquísimas y hay muchas variedades. Probamos las “tortas” (tartas) de chocolate, vainilla y el pastel de limón.
Volvemos a la agencia y nos aseguramos de que todos nuestros equipajes están listos para ser cargados en la furgoneta que nos llevará al aeropuerto. Es casi la hora y Alberto no aparece. Nos acercamos al cyber a buscarle, no está allí. Atravesamos toda la plaza de armas y vamos hacia el malecón. Le vemos aparecer proveniente del mercado de artesanía, estaba comprando pulseras.
Con todos nosotros a bordo de la furgoneta y nuestras pertenencias cargadas en ella partimos hacia el aeropuerto. Recogemos a un turista sudafricano en el camino, que lleva una cerbatana perfectamente envuelta entre su equipaje. En el aeropuerto los mozos nos asaltan para portear nuestros bultos, declinamos su ofrecimiento amablemente.
Pagamos las tasas de uso del aeropuerto, al cambio de divisas de hoy queda así: 4,63 $-13,63 S/.-3,25 €. El aeropuerto es de reducidas dimensiones; en poco rato hemos cumplido todos los trámites y después de una corta espera embarcamos y despegamos. A mi lado viaja un peruano que ha estado en España y charlamos amigablemente durante todo el trayecto sobre turismo en ambos países.
Son las 21.30 cuando hemos terminamos de recoger el equipaje en la terminal del aeropuerto limeño. Queremos despedirnos de Lima y de Perú cenando en el restaurante “Astrid & Gastón” (http://www.astridygaston.com) situado en el distrito de Miraflores; este restaurante dispone de una sucursal en Madrid, con precios bastante prohibitivos. Isabel, Alberto y Cristina cogen un taxi dentro del parking del aeropuerto para dirigirse hacia allí y reservar mesa, acuerdan un precio por ello de 30 S/. (7,15 €). Mientras tanto Óscar y yo regateamos con varios taxistas y por fin acordamos precio con uno. El trayecto consistirá en pasar por el hostal “Pay Purix” (a 3 minutos del aeropuerto) a dejar los equipajes para después dirigirnos al restaurante. Pagaremos lo mismo que nuestros compañeros.

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